La asociación de un cuadro de neumonía COVID-19 con trombosis está mediada por un estado de hipercoagulabilidad y daño en los vasos sanguíneos. Por ello resulta plausible que el uso de una heparina de bajo peso molecular como la tinzaparina que está indicada para la prevención y tratamiento de la trombosis, pueda contribuir a la disminución de su incidencia.
Para dar respuesta a la incertidumbre sobre las dosis óptimas de anticoagulación en pacientes con una neumonía COVID-19, se desarrolló el ensayo clínico PROTHROMCOVID, promovido por el Hospital Universitario Infanta Leonor, apoyado por LEO Pharma y coordinado por Nuria Muñoz Rivas y Juan Torres Macho, del Servicio de Medicina Interna, José Ángel Hernández Rivas, del Servicio de Hematología y Hemoterapia. Para llevar a cabo el ensayo 16 hospitales incluyeron a 300 pacientes entre febrero y septiembre de 2021. Estos fueron aleatorizados a recibir tres dosis diferentes de tinzaparina: en dosis profilácticas, intermedias y terapéuticas.
El estudio, publicado en la revista Journal of Clinical Medicine, concluye que con la dosis profiláctica es suficiente, al no observarse mayor beneficio con dosis superiores. Por otro lado, el riesgo de sangrado relacionado con dosis intermedias o terapéuticas de tinzaparina parece ser bajo en estos pacientes, por lo que los pacientes con neumonía COVID-19 que potencialmente tuviesen un muy alto riesgo trombótico podrían beneficiarse de dosis superiores de tinzaparina.